La tabla de contenidos
La tabla de contenidos: 1
La introducción: 2
La promoción: 3
Los microrrelatos: 4
Las canciones de la semana: 5
La despedida: 6
La introducción
Ey, hola.
Soy Miguel Escribano y estás leyendo la decimosexta entrega de Gritando al vacío. En un mundo ideal donde los meses tuviesen exactamente cuatro semanas, esto implicaría que es el cuarto mesversario y podríamos montar una gran fiesta, pero vivimos en la línea temporal más barbárica posible y nada tiene sentido en el calendario gregoriano.
Pero, Miguel, si los meses tuvieran sólo cuatro semanas de siete días, habría trece meses completos que sumarían sólo 364 días y faltaría uno (o dos, si es bisiesto) para completar el periodo de traslación de la Tierra.
¡Pues llamamos a ese día suelto el Día de la Felicidad Universal y bailamos completamente drogados y desnudos durante horas hasta caer inconscientes! ¡Qué se yo! ¡Cualquier jodida propuesta va a ser mejor que tener que desarrollar métodos mnemotécnicos para recordar la puñetera distribución de días de cada mes contándonos los nudillos de las manos!
…
Pero a lo que iba, esta es la decimosexta entrega, y, aunque sólo sea para mí, es un hito remarcable. A lo largo de estas dieciséis publicaciones la newsletter ha ido evolucionando hasta estabilizarse en el formato actual (que es una limitación logística más que una decisión artística). Lejos quedan ya esas interminables parrafadas de tres mil palabras propias de un maniaco con las que deleitaba a los primeros lectores, y algunas de las secciones que poblaron estas líneas se han ido para (quizás) no volver. ¿Te acuerdas de que hubo un corresponsal ficticio en un pueblo inventado? Qué tiempos…
¿A dónde se dirige la newsletter y qué sorpresas nos aguardan en el camino? No tengo ni la más remota idea. Pero lo que sí tengo claro es que no habría llegado hasta aquí de no saber que hay personitas leyendo, por ejemplo, tú. ¡Muac!
Gracias a las maravillas de la tecnología moderna sé el número de personas que leéis cada entrega. Y me resulta francamente sorprendente la constancia con la que lo hacéis. Dejando a un lado que muchos sois conocidos, y que, lógicamente, sentisteis la obligación social de suscribiros a la newsletter para apoyarme y que tuviese algo con lo que entretenerme para no caer en la peremne tentación de las drogas duras que acecha a los artistas, resulta que también la leéis con cierta asiduidad. Y quiero saber por qué.
Como ya he mencionado en varias ocasiones, decidí empezar con el poyecto por dos motivos principales (sin contar con masajear con profusidad mi ego): obligarme a escribir de forma regular, y tener algo que enseñar como mi obra de cara a meter la cabecita en la industria.
Ahora, una vez he “estabilizado” la producción semanal y ““afianzado”” los “““hábitos de trabajo”””, quiero poner la vista en crecer la comunidad y llegar a más gente de cara a conseguir el segundo objetivo. Y para ello te voy a pedir tu inestimable ayuda.
Por un lado, quiero hacer más y mejor de lo que sea que gusta. Lleves leyéndome desde hace cuatro meses o cuatro días, la cosa es que lo haces, y apreciaría enormemente que me dijeras qué te resulta interesante o satisfactorio en concreto de Gritando al vacío. ¿Por qué no le has dado al botoncito de darse de baja? ¿Sabes acaso que es eso posible? ¿O por el contrario crees que al suscribirte me cediste tu alma y ahora estás a mi merced y no queda otra alternativa que leerme? En cualquier caso, saberlo me será útil.
Por otro lado, voy a empezar a hacer promoción de la newsletter por diversos canales para lograr que más amiguitos se unan al club de los clamoininanistas (si no sabes o recuerdas de dónde viene este apelativo, fue un delirio de la tercera entrega). Para ello me encantaría contar con tu testimonio de por qué deberían darle una oportunidad a esta cosa tan rara. Personas hablándole a personas, y todas esas movidas de marketing.
Si te hace echarme una manita con alguna de estas dos cosas (feedback y/o testimonio promocional), puedes responder a este email y me llegará.
Y en cualquier caso, muchas gracias por estar ahí. Significa un mundo.
¡Que tengas un muy feliz Día de la Felicidad Universal!
La promoción
Este miércoles 13 a las 20:00 los sospechosos habituales de la comedia local haremos un show benéfico en El Refugio del Crápula (Zaragoza) para recaudar fondos para Valencia.
La entrada es libre hasta completar el aforo y habrá unas cajitas en las mesas para que donéis lo que buenamente podáis.
El domingo 17 a las 19:00 estaremos Tonacho y un servidor haciendo tonterías en el Pub Sabbatico, en el barrio del Actur (Zaragoza).
Es un local bastante nuevo que quiere revitalizar la zona con oferta cultural en directo, así que habrá que ir a apoyar ¿o qué? Encima hemos puesto precio reducido para celebrar la nueva iniciativa.
No creo que se pueda pedir más por menos, la verdad.
Los microrrelatos
La semana pasada sólo hice uno de los relatos que tocaban, así que aquí está el pack completo. La frase inicial era La larga cola de novicias que se estaba formando.
El ERE divino
La larga cola de novicias que se estaba formando amenazaba con saturar la oficina de empleo. En el momento mismo en que el Papa había anunciado que Dios no existe, miles de religiosos habían pasado a engrosar las listas del paro, con el consiguiente desaliento de los funcionarios del SEPE, que veían venir unos días de arduo trabajo.
A Manuel, que llevaba toda la mañana informando a las monjas del convento del barrio sobre cursos de Excel y PowerPoint, le acababan de decir que, para afrontar la situación, le habían cancelado las vacaciones que se había pedido.
“Joder, macho. Ya podía el Papa haberse esperado a después del puente.”
El casting
La larga cola de novicias que se estaba formando superaba todas las expectativas de la productora. El departamento de marketing tenía claro que, con el reciente repunte del cristianismo entre los jóvenes, debían apostar por un nuevo tipo de programación, pero había dudas sobre si la Iglesia estaría dispuesta a formar parte.
Sin embargo, la respuesta había sido abrumadoramente positiva y ahora contaban con candidatos suficientes como para sacar adelante una parrilla completa de programas protagonizados por monjas y curas.
Los directivos decidieron que comenzarían con concursos de canto y repostería, y más tarde darían un golpe de efecto con el programa de citas “No eres tú, es Dios”.
La votación
La larga cola de novicias que se estaba formando preocupaba profundamente a la Madre Superiora. Quizás había cometido un error al someter a votación este tema.
Una a una, todas las hermanas pasaban por la urna para introducir su voto. Se respiraba nerviosismo y expectación en el ambiente. Las más jóvenes veían con esperanza la posibilidad de un giro hacia la modernidad, mientras que las más veteranas temían que esto representase el inicio del fin de su mundo tal y como lo conocían.
Finalmente, Sor Herminia anunció que había terminado el recuento. El “Sí” había ganado. A partir de ahora se podría escuchar reggaetón en la radio del convento.
Las canciones de la semana
La despedida
Hasta luego. Adiós. Un beso.
Chao.
Bueno, aquí estoy. Puntual como un reloj sin pila.
Lo que más me gusta de esta newsletter es la parte en la que hablas de ti, de tus movidas, tus vaivenes y por qué no decirlo, una cantidad de enfermedades y accidentes que me hacen preguntarme cada semana: ¿Miguel seguirá vivo? Luego llega el domingo y me quedo más tranquilo.
Me asombra tu capacidad léxica y la constancia en hacer un índice que no funciona para nada como índice, pero es gracioso.
En realidad, toda la newsletter está bien, porque es tuya y haces lo que quieres con ella y, al fin y al cabo, eso es lo que le da autenticidad.
Yo destaco esas partes, pero qué sabré yo… si no se leer.
¡Un abrazo y no decaigas!
Llevo cierto retraso con las lecturas de newsletters. Mañana contesto a tu petición. ¿Por qué este mensaje si no digo nada? Para comprometerme a mí mismo. [Poniendo alerta en el calendario "Escribir a Miguel"]