La tabla de contenidos
La tabla de contenidos: porque esta newsletter es como mi TFG de cómico.
La introducción: porque se me ha educado en la estructura narrativa de tres partes.
La introducción v2: porque todo el mundo merece una segunda oportunidad.
El corresponsal: porque debemos estar informados del mundo.
La poesía: porque puedo. Fight me.
La despedida: porque si te vas sin despedirte eres un hijo de puta.
La despedida v2: porque me hacen gracia los running gags.
La introducción
Ey, hola.
Te seré sincero, estimado lector. Ahora mismo no se me ocurre gran cosa que decir y me duele la cabeza, de modo que las expectativas deberían permanecer bajas por el momento. Sin embargo, haré un esfuerzo por exprimir algunas gotas de genialidad de mi cansado cerebro.
¿Por qué me obligo a escribir introducciones tan absurdamente largas que son secciones en si mismas? No lo sé. Del mismo modo que no sé cómo termina esta frase que acabo de empezar. Pero me encomiendo al torbellino creativo de la escritura automática con el fervor del que no conoce otra fe que la del caos, y espero que, con suerte, saldré victorioso de estos terribles embates mentales que nadie me pidió soportar.
Sinceramente, considero que soy un héroe.
Y, sin embargo, algún desconsiderado podrá llegar a decir que sólo soy el último de la interminable lista de artistas que se han sentido perdidos y absurdos en su búsqueda continuada de la originalidad a lo largo de la historia de la humanidad, y que es una parte natural y necesaria del proceso. Pero eso no me alivia mucho más de lo que me pueda aliviar saber, cuando yo la sufro, que muchas personas han padecido de diarrea explosiva.
Como se suele decir:
Mal de muchos, consuelo de tontos
y:
Yo no soy tonto
De modo que no, no me consuela.
En fin, Serafín, que ya siento este mojón. Antes o después tenía que llegar una introducción floja, y ha tocado en la cuarta entrega. Así son las cosas, y así se las hemos contado.
…
…
…
A ver, no, esto no puede quedar así. Esta newsletter se merece una introducción mejor, así que aquí va el segundo intento:
La introducción v2
Ey, hola.
Soy Miguel y esta es mi newsletter “Gritando al vacío”. En este pequeño rincón de internet podrás encontrar todo tipo de experimentos de vanguardia literaria, como, por ejemplo, introducciones dobles e innecesarias sobreexplicaciones metatextuales. Lo que la sociedad estaba pidiendo a gritos.
Nos acercamos al primer mes de vida de esta magnífica publicación, y te admitiré, inestimable lector, que me está gustando la experiencia. Es ciertamente gratificante dedicarle, de una vez por todas, algo de tiempo a la escritura creativa, sobretodo teniendo en cuenta lo mucho que he dado el coñazo a mis conocidos con que quería pero no lo hacía; ahora he pasado a darles el coñazo cada domingo con una nueva entrega de este serial informe (aquí uso “informe” en su acepción de carente de forma, claro).
Pero, sin atisbo de duda, lo más bonito está siendo recibir comentarios positivos de algunos de los lectores. Si eres una de esas personas que me ha contactado para decirme cosas bonitas, quiero que sepas que significa mucho para mi y te lo agradezco de corazón; si no lo eres, ¡¿a qué demonios estás esperando?!
Es broma, es broma. En realidad no estoy iracundo, como puede haberte dado a entender ese exabrupto en negrita y cursiva. Pero es que necesito meter un chiste cada cierto tiempo, o de lo contrario comienzo a sentirme inseguro y vulnerable. ¿Y sabes cuál es la mejor forma de superar mi inseguridad? Tener más seguidores.
Efectivamente, todo esto ha sido un sutil buildup1 hasta un call to action2 para que compartas con tus conocidos esta newsletter3.
Marketing is my passion.
Verás, camarada, he pensado que estaría guay tener muchos suscriptores, porque por estadística habrá alguien que me pueda dar un trabajo de guionista en el que proceder a perder mi salud mental y física a cambio de (quizás) aparecer en los títulos de crédito de un programa emitido a las 3 de la mañana en un canal local de Torrelodones. El sueño último de todo cómico español.
Pero he aprendido, por pura experiencia empírica, que mucha gente considera que lo que digo y hago no sólo no es gracioso, sino que es directamente una ofensa al buen gusto y a la sociedad occidental moderna. Si bien puedo estar perfectamente a gusto con este último punto, el primero es más problemático de cara a trabajar en comedia.
De modo que tengo dos opciones por delante, a saber, mejorar como cómico para incrementar el porcentaje de lectores satisfechos o llegar a muchísima más gente para que la estadística haga lo suyo y convenza a algún productor sin criterio.
Así pues, mi objetivo de este año es que se suscriban a esta newsletter todas las personas del planeta Tierra.
Hay quien me llamará loco, e incluso alguien me acusará de tener una megalomanía galopante y afirmará, no sin desatino, que debo ser detenido antes de que cause un daño irreparable a la humanidad.
Esa persona seguramente desarrolle un plan para eliminarme de una vez por todas haciéndolo parecer un accidente para evitar que un claro asesinato de índole ideológico eleve mi imagen póstuma a la de un líder mesiático que de lugar a un culto online que se cristalice a lo largo de los años en un movimiento de bases paramilitares, para más tarde consolidarse como organización y, aupado por medios de comunicación que difundan sus mensajes con una absoluta falta de ética profesional con el único objetivo de ganar audiencia y dinero de ciertos patrocinadores a través de generar controversia y falaces debates entre opiniones en ningún caso igual de legítimas, acabe infiltrando las instituciones políticas, ecónomicas y de seguridad de media Europa, forzando al resto de grupos de interés a radicalizar su discurso público para intentar retener los apoyos que estén perdiendo ante este torrente imparable de revolución que se llegará a conocer por los historiadores del futuro (si es que queda alguno después del inevitable conflicto armado internacional en el que desembocará esta cadena de acontecimientos) como clamoininanismo4.
Todo eso está muy bien y espero con ansia que ocurra, pero mientras tanto te invito a ser participe de este otro divertido proyecto:
Si te gusta lo que hago, porfa, pásale la newsletter cada semana a un conocido distinto (amigo o enemigo, es igual para lograr el objetivo de sumisión universal), y asegúrate de que ellos hagan lo mismo.
A priori puede parecer que no es gran cosa, pero, por fortuna, las matemáticas están de nuestro lado, ya que haciendo esto creceremos a un ritmo exponencial de base 2. Ahora mismo somos 16, incluyéndome a mi, así que en unas 29 semanas podemos alcanzar a los 8.000.000.000 de humanos con los que tenemos el placer de ser coetáneos. Seguramente a la larga hará falta darle otro empujoncito a la campaña de difusión debido a los nacimientos y defunciones, pero esa tarea debería ser fácil una vez hecho el esfuerzo inicial.
Confío en ti. Vamos a lograrlo. Juntos. Te quiero.
El corresponsal
Créeme, mi muy estimado capullito de alhelí, que, a pesar de lo que pueda parecer, no soy ningún necio, o como decía el personaje de Alfredo Landa en la película “El crack” de José Luis Garci:
Sé que tengo cara de gilipollas, pero me jode la gente que se fía de las apariencias.
De modo que entiendo perfectamente que para llevar mi imperio newsletter a todos los confines del mapa he de proveer de un contenido de calidad e interesante. ¿Y qué hay más interesante que la crónica semanal de las noticias y eventos de una pequeña localidad desconocida? ¿Eh? ¿¿EH??
Bueno, vale, lo admito, he intentado conseguir colaboradores buenos, pero todos pedían dinero, así que he acabado contactando en un foro de internet con un chaval que dice que estudia periodismo y le he convencido de que haga unas piezas no remuneradas en mi “publicación” “nacional” “de gran recorrido y prestigio” para ganar “visibilidad”. Por el momento he logrado que no descubra la newsletter y espero que siga así durante el tiempo suficiente como para encontrar un sustituto mejor.
Aquí os dejo lo que me ha mandado. Creo que lo ha traducido con Google, así que puede haber cosas raras, pero paso de corregirlo, que empieza Sálvame.
Buenos días o tardes, dependiendo de donde usted me lea. Soy Horacio Baldrian y estos son los principales acontecimientos que han tenido lugar esta semana en el municipio de Lurenga y alrededores.
El pasado martes, el excelentísimo alcalde Johan Gregorich presidió el acto de presentación de la programación del museo municipal para el curso 2024-2025, que dará comienzo el próximo septiembre. Entre las exposiciones presentadas se incluyen: una colección de jurados traídos de jucios civiles y penales de todo el mundo; una exhibición de banderas blancas con el título “Desertar: el mejor camino a la gloria”; y una pieza única, los escalones de las escaleras de la residencia personal del Papa.
Estas notorias exposiciones han podido ser costeadas gracias al patrocinio personal de Edgar Vilun, presidente y dueño de Vilun S.A, empresa de manufacturación de carretillas y principal motor económico de la región. El señor Vilun tuvo la oportunidad de intervenir en el acto y mandar un mensaje a la juventud de la zona: “Los museos son el hogar del conocimiento. Y el conocimiento es muy importante. Gracias al conocimiento tenemos salchichas.”. Tras esto procedió a comerse una salchicha que llevaba en el bolsillo de la chaqueta.
Posteriormente, durante el turno de preguntas, se vivió un momento de tensión cuando un periodista del Lurenga Times preguntó al alcalde por la posible relación entre este patrocinio y el reciente encargo de 2000 carretillas por parte del ayuntamiento a Vilun S.A. Tras una breve pausa para beber agua, el alcalde Gregorich anunció que esas carretillas serían regaladas próximamente a todos los ciudadanos de Lurenga para incentivar la industria y el emprendimiento. Sin embargo, como hizo notar un servidor a continuación, en la localidad hay censados 2050 habitantes. Claramente azorado, el alcalde admitió que los detalles estaban por concretar y que es posible que algunas personas se queden sin carretilla.
Estas declaraciones han dado lugar a gran revuelo en la población en los sucesivos días; lo único de lo que se habla en las calles es el hipotético mecanismo para decidir quiénes van a disfrutar de una flamante carretilla Vilun gratuita y quiénes no. Muchos plantean que, de no hacerse de forma rigurosa, este reparto puede dar lugar a una situación de desigualdad entre los vecinos, y temen que las carretillas no lleguen a quienes más las necesitan.
A la hora del cierre de esta crónica, la Asociación de Vecinos de Lurenga Sur ha convocado una manifestación frente al ayuntamiento para el próximo lunes a las 11 de la mañana, y se espera que otras organizaciones civiles se sumen a la convocatoria. Como consecuencia, fuentes de la policía nos informan de que se ha ordenado un fuerte operativo de seguridad para evitar altercados durante la misma.
Soy Horacio Baldrian y esto ha sido todo desde Lurenga. Seguiremos informando.
La virgen… vaya sección más rara… Bueno, vamos a continuar con la programación habitual…
La poesía
Esta pasada Navidad hubo un evento temático de poesía y tuve a bien participar con este peculiar homenaje a “Cuento de Navidad” de Charles Dickens. Sabiendo como sé que eres una persona culta e inteligente, creo que podrás leer entre líneas la opinión que tengo sobre el arco de redención del título original.
"Por favor, señor,
tenga usted caridad,
sólo pido un chelín.
Por favor, hoy es navidad."
Mal asunto, chico,
ir a pedirle un cacho de pan
al maldito Ebenezer Scrooge,
el maniaco del capital.
Scrooge y Marley.
Usureros hijos de puta.
Ávaros sin piedad.
Corazones que no laten.
Marley y Scrooge.
Que murió el otro
siete años hace.
Siete años de más
soportando este lastre.
Pero se ha acabado
lo de mirar desde lejos.
Porque el pequeño Timy
está muy enfermo,
y no vamos a tolerar
otro niño muerto
por un empresario
que atesora su dinero
y niega a su empleado
un salario de sustento.
Así que,
al abrigo de la noche,
tres sombras
hacemos una visita.
Ebenezer, despierta.
Alguien llama a la puerta.
No intentes escapar,
pues estas cadenas
son de la mejor calidad.
Nadie más que Scrooge
las podría importar.
Somos tres fantasmas,
tres espectros,
tres demonios.
No venimos del infierno,
nacimos del odio.
Somos tres fantasmas,
tres espectros,
tres demonios.
Sabemos lo que has hecho,
y el veredicto es obvio.
Has sido un mal cristiano,
y debemos llevarte con nosotros.
¡Pero hoy es Navidad!
Y en Navidad todo se perdona,
las familias se abrazarán,
y al reo le quitarán la soga.
Lo que sería garrote de otro modo,
será sólo multa de igual valía.
Tú que le pones precio a todo,
tásanos esta mercancía.
Dime, Ebenezer,
cuánto vale una vida.
Respóndeme, Scrooge,
cuánto das por la tuya.
Eres hombre de negocios,
firmemos pues un trato.
Tus billetes están sucios,
pero podemos limpiarlos.
El trato es bien sencillo:
no hagas ninguna tontería,
quizás dejemos algo.
No nos cabe ninguna duda
de que uno de estos días
acabarás remontando.
Feliz navidad, señor Scrooge,
adiós y hasta pronto,
y que dios nos bendiga,
a todos nosotros.
Nos vamos ya, socio,
pero escúchame bien antes:
esta vez pagas en oro,
la siguiente será en sangre.
La despedida
Un abrazo.
…
…
…
Que noooo. Es broooma. No te quiero menos que en las anteriores ediciones. Toma la despedida clásica:
La despedida v2
Chao. Hasta luego. Adiós.
Un beso.
Construcción progresiva e incremental que suele desembocar en un final potente, frecuentemente empleada en relación a música o narrativa.
“Llamada a la acción”, término de marketing usado para referenciar los mensajes destinados a lograr que el receptor lleve a cabo una tarea concreta, por ejemplo comprar un producto, realizar una encuesta o asistir a un evento. Se recomienda limitar el número de llamadas a la acción distintas en una comunicación concreta para evitar confundir o abrumar al consumidor y así incrementar la efectividad.
Newsletter; esto mismo.
“Gritar al vacío” en latín
Yo también te quiero.